Sonia Bejarano

Sonia Bejarano
Sonia in King Canyons - Australia 09

viernes, 29 de octubre de 2010

Aguas revueltas



Muchos se quejan de que no nos enseñan a vivir, que nadie nos enseña a gestionar nuestros sentimientos ni a enfrentarnos a la vida, que esas cosas no se enseñan en el colegio y son las lecciones de la vida las que dirigen tu evolución personal. Esta evolución parece pues dejada a la deriva.

Es cierto que muchas veces no sabemos digerir nuestras alegrías-tristezas, triunfos-fracasos, rupturas y pérdidas o aprender a disfrutar de nuevo, sin la resaca del pasado, aquello que se nos ofrece nuevamente. Parece que todo esto es un aprendizaje inherente al humano y nos encontramos con que muchos de estos hechos duelen y no estamos preparados porque nadie nos dijo que así fuera. Da igual al fin y al cabo la edad, los sentimientos embriagan sin distinción y parece que el más sabio es el que aprende a navegar con marejada, dejándose mecer por la corriente en lugar de luchar contra ella hasta que escampe. El espíritu se revuelve a menudo, es un hecho pasajero que nos indica que estamos vivos, el peligro es no saber manejar esa situación que supongo nos acompañará de forma perpetua.



A veces es difícil enfrentar lo que acontece, más en la medida que empezamos a desnaturalizarnos, quiero decir que nuestra sociedad tendiendo a alejarse de la naturaleza parece cada vez más estática y hermética a alteraciones exógenas, los cambios forman parte de la vida sólo en la medida que nosotros los propongamos y por eso nos resulta difícil el proceso de asimilación y adaptación a aquello que no elegimos, provocando así estados de malhumor, enfado, rencor o frustración hasta que gracias a algún proceso interno logramos asimilar y adaptarnos a la nueva situación. ¿Cómo ocurre esto? ¿Qué estrategias sigue cada uno para dar con su plenitud? Imagino que simplemente será ser consciente que existen altibajos, aceptar y disfrutar y sobre todo expresar a los que nos acompañan lo que sentimos pues no hay mejor forma de unión entre nosotros.



Sinceramente pensando en todo esto se pierde un tiempo precioso que deberíamos dedicarnos a nosotros, al disfrute pero últimamente veo cambios que afectan a gente de alrededor y no puedo por menos que pararme a observar un rato y aplicarme también esto a mí misma.