Sonia Bejarano

Sonia Bejarano
Sonia in King Canyons - Australia 09

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Y cómo se explica lo que no tiene explicación

Hace varios días se publicó una noticia que todos con más o menos recelo esperábamos que terminaría por ocurrir:http://www.elmundo.es/elmundo/2010/08/12/ciencia/1281611970.html , se trata de la construcción de una carretera cuyo proyecto abarca regiones de Kenia y Tanzania. La información podéis leerla en este enlace y otros de la web, los puntos más destacados.. pues que los emblemáticos parques nacionales del Serengeti (Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1981) en Tanzania y la reserva Masai Mara en Kenia serán perturbadas por una obra ya aprobada y que se llevará a cabo posiblemente en 2012. Todos estamos acostumbrados a ver la “gran migración” anual, de ñus entre otros animales como cebras y gacelas pero la de ñus caracterizada por lo impresionante en número de miembros y por la crudeza de las imágenes registradas en documentales que todos en más de una ocasión hemos visto, es la más significativa. En julio estos animales dejan atrás la sequía del parque tanzano en busca de pastos más húmedos en Kenia para regresar de nuevo en octubre al Serengeti.



Cualquiera con un poco de sentido común o al menos con conocimientos básicos de ecología se dará cuenta de la barrera que supone la construcción de dicha carretera para el tránsito de animales. Organismos internacionales se oponen firmemente a dicho proyecto pero el gobierno tanzano afirma la necesidad e inocuidad del mismo.

Como muchos soy una más en desacuerdo con tal proyecto, si de mí dependiera apenas se habría alcanzado hoy día cierto grado de progreso/evolución (cómo me duele cada nueva carretera construida, significa menos terreno natural aunque soy la primera beneficiaria de las mismas dado que viajo con bastante asiduidad). Hay una dualidad conservación de medio ambiente/ desarrollo-progreso que no hemos alcanzado a equilibrar. No queremos que construyan una carretera en el Serengeti pero aceptamos que cada año destruyan hectáreas de nuestra península en pro de mejores comunicaciones, más rápidas más seguras.. quizás más destructoras del medio natural y rural (esto da para un amplio debate). El progreso avanza en una dirección una vez se supone se tienen en consideración aspectos tan importantes pero más dificilmente cuantificables que el económico o socioeconómico, sistemas demográficos, fauna, flora, geología, geomorfología, enfoque del proyecto, alcance, ruidos, identificación de impactos, evaluación, sistemas de vigilancia y control.. El impacto que provocamos con nuestro desarrollo será siempre relativo e inversamente proporcional a la ganancia económica asociada, es triste pero ¿Cuántas alternativas han sido desestimadas ante la alarma de grupos ecologistas? Conozco pocas. De un modo u otro se termina materializando el proyecto, con medidas preventivas o correctoras en un lapso de tiempo u otro pero es cuestión de tiempo.



No nos llevemos las manos a la cabeza ante lo que es para nosotros una aberración contra la naturaleza cuando aquí ya hemos dejado que pasara esto antes, qué hay que decir del oso, del lince, del lobo.. Es la misma lucha en cada lugar pero claro, en nuestro caso es diferente, las necesidades son relativas nos diremos y quizás pretendamos conservar en otras regiones esa naturaleza que se hemos perdido en la nuestra. Eso tiene un precio, dado que sólo en términos económicos parecemos entendernos. Ellos no pueden construir porque en occidente no queremos pero afirman necesitarlo para avanzar en su evolución (que puede que sea un modelo de evolución similar al nuestro, esperemos que no).

El debate está sobre la mesa, el tiempo corre y en nuestras manos está otra vez la decisión de modelar a nuestro antojo una tierra en la que vivimos y de la que nos hemos adueñado.. temporalmente.