Hace tiempo que quería haber continuado la saga de las maravillas australianas. Dejadme ser pesada con este tema que ya casi tenía olvidado pero la triste noticia del carguero chino que está derramando petróleo sobre esta mágica e inigualable área –no en vano es considerada una de las siete maravillas naturales del mundo y constituida Patrimonio de la Humanidad en 1981-, ha reavivado mi pasión por lo que este país/continente puede llegar a ofrecer.
Esta barrera de coral es la más extensa del mundo y puede verse desde el espacio. Está compuesta por 2.900 barreras coralinas individuales repartidas a lo largo de 2.600 km en Queensland, en el noreste australiano.
Gran parte de este ecosistema está protegido de la presión de las actividades humanas tales como la pesca y el turismo ya que es una parte importante de la cultura y sentir espiritual de la comunidad aborigen local.
En mi caso, tuve la oportunidad de practicar “scuba diving” y “snorkel” en la zona de Cairns donde casualmente coincidí con Sergio y su compañera en el barco que salía esa misma mañana (la que había elegido yo y la que habían elegido ellos para visitar el arrecife) hacía la singular barrera. Conocidos y convertidos desde entonces en amigos (o al menos compartiendo desde entonces cierta complicidad) fuimos compañeros improvisados de entrenamientos por los alrededores de Cairns.
Hace varios días anunciaron en los medios la dramática noticia del petrolero que encalló el sábado en uno de estos arrecifes coralinos que componen la Great Barrier Reef. Este barco navegaba por zonas donde está prohibido el tránsito marítimo y aunque deberán esclarecerse las causas que determinaron que el barco variara su trayectoria y supongo deberían imponerse sanciones pertinentes y ejemplificadoras (ó ¿ejemplificantes?), lo que toca ahora es intentar paliar el daño que ya han causado las más de 950 toneladas de crudo que están contaminando y matando al ecosistema. Parece que muchos otros accidentes de esta magnitud acontecidos (llámese Prestige en el 2002 o Pacific Adventurer en Queensland en 2009) no son suficientes para que la lección sea aprendida…
Fotografías en orden de aparición; mapa de situación de la barrera de coral, 2 fotos de dicha barrera, escape de petróleo en el océano por la grieta de un buque y voluntarios recogiendo chapapote.
JORNADAS BARRANQUERAS
Hace 3 semanas
Eso es un crimen con todas las de la ley, que pintaba ese barco allí? como si alguien se mete con el coche dentro de la catedral de Santiago. Espero que esta vez al menos se pueda llegar hasta todos los responsables y les ciga una sanción ejemplar aunque lo dudo...
ResponderEliminarCon la cercanía de China a la India, ahora me explico que siempre hay algún Chino haciendo el indio. Triste noticia, amarga situación, difícil solución, sólo nos queda contemplar con paciencia sin que se nos haga añicos el corazón.
ResponderEliminarUna pena la última foto... el ser humano es el que más daño puede hacerse así mismo. Cuando el progreso significa destrucción, deseada o no...
ResponderEliminarEl resto del post me gusta mucho.
Besitos.
Vcn.
Furacán, Valentino, Vcn, a día de hoy y debido al peligro de previsión de olas de al menos 3 metros, iniciaron las operaciones para retirar el barco sin vaciarlo del todo (parece ser que sólo unas 4 toneladas de crudo han sido vertidas). Para mi asombro, la defensa del capitán del barco ante la pregunta de qué hacían por allí, era que no eran los únicos. Efectivamente así es, al menos otros 3 barcos han sido "pillados tomando atajos" en estas fechas.
ResponderEliminarNada que ver...
ResponderEliminarJean Marie Leclair.
Fundador de la escuela violinística francesa.
En 1743 se traslada a Madrid donde entra al servicio del Infante Infante Don Felipe, gran apasionado de la música francesa, a quien dedica su 2º libro de conciertos.
Su muerte, ocurrida en 1764 (el mismo año que Rameau) por asesinato, está rodeada de misterio. Leclair se había mudado poco antes a un barrio de París considerado inseguro. La noche anterior había estado jugando una partida de billar con un amigo. Por la mañana, el jardinero acudió como era habitual y le resultó extraño ver el sombrero de Leclair tirado en el jardín. Al entrar en la vivienda lo encontraron muerto por heridas de arma blanca, sobre un charco de sangre. El caso causó gran conmoción, pues Leclair era un músico muy conocido. La policía encontró tres sospechosos: el jardinero, su segunda mujer de la que se había separado y un sobrino también violinista con el que mantenía serias desavenencias, pues lo acusaba de entorpecer su carrera por no recomendarlo. Nunca se averiguó la verdad.
Tengo especial cariño a esa historia desde un PODCAST que escuché de Radio Clásica.
Y ahora encontré a Stefano Montanari tocando LECLAIR así de bien. Y os lo regalo:
LECLAIR BY MONTANARI
A ver si os agrada.
Saludotes.
Vcn.