Aún recuerdo cuando tiempo atrás salía al patio de mi “cole” ataviada con el babi donde mi madre había cosido a mano en punto de cruz rojo mi nombre y había cosido al bolsillo del mismo un pañuelo de tela blanco mediante una pequeña cinta para que pudiera tener recorrido suficiente de adentro a afuera hasta alcanzar mi nariz sin riesgo de perderlo. Debo decir que ese pañuelo era innecesario porque para eso estaban las mangas del babi por mucho que me riñera mi madre.
En la hora del recreo (de 30´) me encantaba ir a los jardines del “cole”, metía las galletas maría untadas con mantequilla y envueltas en el papel de aluminio en mi otro bolsillo e iba junto con otras compañeras a buscar lo que denominábamos con el nombre científico de “bicho bola”. Tiempo después entendí que esos “vulgares bichos bolas” son también conocidos como cochinillas de la humedad o más formalmente como Armadillium vulgare del suborden Oniscidea y subfilo Crustacea. Una de las características fundamentales para distinguirlo de algunos miriápodos (ejemplo de miriápodo, los ciempiés) que tengan morfología externa parecida, es que los crustáceos sólo presentan un par de patas por cada segmento mientras que algunas clases de mirápodos, los diplópodos presentan 2 pares de patas y no 1 por segmento. La puntualización viene porque ambos subfilos (Myriapoda y Crustacea) provienen del filo Arthropoda (recordemos que la subdivisión va de reino a subespecie pasando por las denominaciones de filo, subfilo, clase, orden, suborden, especie, subespecie).
La particularidad que me maravillaba de estos bichitos es que al más leve roce, a la más mínima amenaza externa se hacían una bolita y podías jugar con ellos (la forma no-bola no me gustaba tanto por cierto).
Me gusta observar la naturaleza y puedo pecar de hacer analogías baratas pero muchos patrones de comportamiento humano se repiten tal cual acontecen en el mundo animal, no existen tantas diferencias, seguro que más de uno alguna vez nos hemos comportado cual “bicho bola” ante “supuestas” amenazas externas.
JORNADAS BARRANQUERAS
Hace 3 semanas
Que bonita entrada Sonia. Si, yo creo que más de una vez nos comportamos así. Están muy chulos estos bichines, cuando era pequeño estaban muy de moda los transformers y similares y estos eran como transformers naturales jejeje
ResponderEliminarNo todos los bichos bola son Armadillium vulgare aunque si es una de las especies más comunes y de las pocas que se pueden ver de forma habitual al sol (el resto de especies lo evitan) Hace ya tiempo escribí una entrada sobre ellos
Sobre el subfilo Myriapoda no sé como estarán ahora mismo las cosas, era un grupo conflictivo y según recuerdo el término ya no existía como categoría taxonómica. Los diplópodos estarían encuadrados junto a los insectos en el subfilo Unirramia.
Me identifico totalmente con el sentir del bicho bola. Cuando algo siento que me "ataca" se hace imposible contactar conmigo: Movistar informa que el teléfono marcado tiene restringidas temporalmente las llamadas entrantes.
ResponderEliminarJusto porque soy muy bicho bola entiendo los problemas de hacerse bola. No escuchas lo que alguien quiere decirte y encima te hundes más. ¿Por qué? Porque cuando el bicho bola se hace bola, la cabeza da muchas vueltas. Igual que cuando todos hemos sido pequeños y los hemos visto le hemos dado un toquecito con la uña para ver cómo rodaban. Vueltas y vueltas.
Lo malo es cuando a veces tú no eres el bicho bola y eres el niño del babi. Y, de repente, alguien a quien quieres decirle algo, se torna en bola.
Imposible la comunicación. Una comunicación que a lo mejor hubiera sido buenísima.
Pero en esta vida ya no podrá comprobarse.
Vcn.
Furacán, si alguna he visto algunos bichos que también se recogen en bola pero daban un poquito más de grimilla, no eran tan "bonitos".
ResponderEliminarLa taxonomía es para estudiar a parte, cuando la estudiaba me daba la impresión de que cambiaban cosas a voluntad, desaparecían algunos subfilos, una especie que pensabas que era de un orden lo metían en otro según últimas investigaciones.. un lío a la hora de estudiar porque como te contaban la historia de todo al final ni sabías dónde se encuadraba actualmente. Gracias por la puntualización.
Vcn, si es que a cada uno le da por algo. Otros sacan las garras o hacen el avestruz..
Por supuesto, de todo hay en la viña de Señor.
ResponderEliminarPerdonad que, por mi incultura, no entre en el debate técnico. De bichos básicamente distingo entre dos tipos: los que te pueden picar/morder, etc... y los que no.
Saludotes!
Vcn.