Sonia Bejarano

Sonia Bejarano
Sonia in King Canyons - Australia 09

lunes, 22 de marzo de 2010

Simplemente.. una mujer más.

A pesar de que me encanta mi camiseta azul de superhéroe americano (heroína en este caso) “Wonder Woman” no soy ninguna “Supermujer”.





No soy ni la más guapa, ni la más lista, ni la que más corre, ni la que más entrena, ni la más ordenada, ni la más simpática, ni la más nada. Estoy en la media, se podría decir que soy una mujer normal, lo cual visto lo visto hoy día yo me lo tomaría como un halago.
Hay infinidad de gente mejor que yo y no por ello me hago de menos aunque a veces si que envidio esa determinación de otras personas en lo que se refiere a manejar asuntos ya que considero que ellos lo hacen de mejor forma (pero ¿qué es lo mejor?, lo mejor para mí será diferente de lo mejor para ti, en esta valoración entraría el análisis de resultados).

A veces pienso que yo creo ser de una forma, me veo a mí misma (sería como un “yo interno”) que no corresponde con la figura que otros tienen de mí (sería como el “yo exterior”) y que al mismo tiempo no coincidiría tampoco con la imagen que yo creo que otros tienen de mí (digamos así como el “ello”). Creo que algo de esto he copiado de la filosofía que estudié en COU y si fuera así creo que falta un “SUPERYO” que no sé a qué correspondería.

Siguiendo con la línea de ausencia de ser number 1 en ámbito alguno, ello no implica obligatoriamente mediocridad (cualidad de lo que es de calidad media, más bien malo) ya que yo asocio este calificativo con un valor subjetivo de cuando no das lo mejor de ti en tu empeño por conseguir algo.

Sé que no soy la mejor y no por ello me auto-limito. No sé cómo soy, sólo sé cómo me comporto según qué ocasiones. Definiéndome me limitaría bastante a mí misma y sería injusta en mi propio juicio, pero tampoco me gusta que me juzguen los demás, no sería tampoco juicio justo. Esos otros (jueces) sólo tienen impresiones subjetivas de mis comportamientos. Realmente me molesta cuando se hacen esas valoraciones categóricamente y por ello evito echarlas sobre los demás, considerándome bastante tolerante en lo que a comportamientos ajenos se refiere.

Vivo y dejo vivir.

jueves, 4 de marzo de 2010

Raices

http://www.youtube.com/watch?v=aEmsIW5Mte0

Una canción (Dulce introducción al caos), del álbum que el pasado 2008 sacó Extremoduro, un grupo que me da por escuchar cada mes de marzo. Curiosamente empecé a escuchar a este grupo por esta época hace unos 14 años.

Si no puedes avanzar una pulgada, retrocede un paso” (Lao Tse)


Esta época para mí es especial, esta época de marzo en la que los días tienen otra luminosidad, se alargan y la temperatura es más benévola, si estuviera en Cáceres o Salamanca podría empezar a oler en el aire la primavera que se acerca y en breve ver algún cerezo o almendro en flor. Me siento diferente, que algo cambia y cada año me pasa lo mismo, pudiera ser como la metamorfosis de la oruga que se convierte en cualquier cosa polilla o mariposa, pasando ahora por la fase “capullo”.




Esta época la asemejo a como cuando monto en un barco; aunque busco la posición de proa siempre suelo mirar hacia popa deleitándome con la espumilla y las ondulaciones en el agua que hace su hélice y echo la vista hacia el paisaje que dejo atrás buscando perspectiva durante unos minutos hasta que decido volver la vista al frente encarando el nuevo destino al que se dirige el navío. ¿Quien no ha mirado para atrás por la ventilla del coche de papá cuando de niños salíamos de viaje y dejábamos atrás nuestra casa que empequeñecía a cada metro que avanzábamos?



En esta época siento, más que en ninguna otra, que mi biorritmo va acorde con el ciclo solar, en invierno me cuesta salir de casa y levantarme de la cama, me siento perezosa mientras que en verano me deprime el hecho de quedarme encerrada en casa durante el día y me despierto (otra cosa es que me levante) con los primeros rayos solares.

Parece que no evoluciono mucho, siento lo mismo desde hace años y en esta época me cuesta avanzar esa pulgada de Lao, así que opto por mirar atrás un segundo hasta que pueda dar ese paso hacia delante.

(En las fotos: futura mariposa monarca-almendro en flor, alguna embarcación en algún lugar).