Sonia Bejarano

Sonia Bejarano
Sonia in King Canyons - Australia 09

lunes, 24 de mayo de 2010

De esta soledad compartida

Hace tiempo que vengo dándole vuelta a varios temas de los que querría escribir pero no termino de encontrar el momento apropiado. Tanto para escribir como para hacer otras muchas cosas necesito soledad. La necesito y la busco y es por esta razón por la que en alguna ocasión (sobre todo en esas edades críticas de la pubertad) puedo haber sido tachada de “peculiar” por no decir rara.
El ruido de afuera me impide atender a mi interior sumergiéndome en un pantanal en el que a duras penas logro moverme, así que opto por hacer lo que muchos hacen, agachar las orejas y seguir el ritmo del de delante.
Yo soy una chica de provincias (como se diría en alguno de los relatos de Allan Poe) poco acostumbrada al tumulto y frenesí de la capital, a las negociaciones y a las relaciones sociales que convengamos tienen mucho de social y poco de natural. Estoy hastiada de ser cordial y cuando esto sucede me aíslo aunque no necesariamente en el sentido físico, al menos cuando esto no me es posible.

Actualmente, vivo en un barrio donde rompo la media de edad, cerca del Manzanares donde la mayoría de vecinos podrían ser mis abuelos. Muchos viven solos y cuando encuentran el momento adecuado me paran por la calle para charlar un minuto. Suele entreverse en su monólogo que les gustaría tener alguien que les cuidara. Ese es el tipo de soledad que me asusta un poco aunque llegado el caso la aceptaría sin más, porque el hombre tiene esa capacidad de adaptarse a todo (ahí entra otro factor terrible, la costumbre y el hábito).

Creo que tengo miedo a la soledad (a la segunda) y miedo a que me guste demasiado estar sola, lo que me impediría desarrollar habilidades sociales y sobre todo la paciencia necesaria para ejecutarlas... Imagino que todos necesitamos tiempo para posar la mente en asuntos diferentes a los meramente terrenales. Hay un proverbio por ahí (me encantan los proverbios) que dice algo así como; lee cada día algo que nadie lea, piensa cada día algo que nadie piense porque es malo que la mente permanezca siempre entre la multitud.




*El título del post es de una canción de Bunbury, me gusta mucho Bunbury y escuchar su música a solas, por supuesto.