Sonia Bejarano

Sonia Bejarano
Sonia in King Canyons - Australia 09

miércoles, 3 de junio de 2009

El precio de pensar

Es la primera entrada a este nuevo blog, me salto las presentaciones, cuando quiero hacer algo lo empiezo a hacer y ya, quizás llevada por mis impulsos e instintos (términos para mí diferentes, el primero denota acción no premeditada, activa y/o reactiva y el segundo olfato, intuición de seguir una línea que te agrada, búsqueda de tu camino) ,raciocinio no me falta pero no dejo mucho tiempo para la meditación porque una vez elegida la línea de pensamiento ya no veo otras alternativas que me sosieguen tanto como la de comenzar la tarea deseada. Quiero comenzar y comienzo, y hoy es un buen día, hay Viento a Favor y si no lo hubiera levaría anclas igual porque no me puedo frenar las ganas, porque puede que a veces peque de impaciente aunque no lo soy aun siendo incapaz de contenerme. Ese sentimiento y emoción de expresar y comunicar, de desnudar y descubrir parte de mi personalidad hacía mi misma y hacia el que azarosamente le de por demorar unos minutos en este lugar.



Siempre critiqué en cierta medida a aquellos que escribían y leían blogs, no entendía cómo podían “desperdiciar” tiempo delante del ordenador leyendo cosas de gente ajena, yo que prefiero el contacto directo, el ordenador se me hacía frío e impersonal, yo que prefiero el aire libre y contacto con la naturaleza a estar encerrada en casa. Ahora he cambiado mi punto de vista, quizá ha llegado una época en la que necesito no sólo buscar mi proyección sino la de hacer saber que soy y existo y la de relacionarme en esta blogosfera compartiendo, aprendiendo, haciéndome escuchar y comprender.


Llegados a este punto, me doy cuenta de que ya he hecho mi presentación y yo quería contar otra cosa, todo empieza con una simpática paradoja a mi modo de ver. Hoy en el aeropuerto tuve el impulso de comprar un libro que ha desatado mi cerebro: “piensa, es gratis”. El título en 0,1 segundo me ha atrapado; “coño, tengo una herramienta potencial en desuso, tengo que optimizarla” (está claro que está escrito por un artista del marketing, el título seduce, la información llega al cerebro y te hace crear una necesidad que tienes que saciar), está todo inventado, el consumo es 100% impulso 100% racional, se supone que lo ideal es llegar al punto intermedio. Lo gracioso es que me ha hecho pensar sí y creo que el libro, hoy en mi poder, seguirá desatando mi intelecto pero conste que este pensamiento no ha sido generado de manera gratuita, ha costado algo más de 15€, muy bien invertidos por otra parte ya que me gusta quedarme a solas con mis pensamientos cuando tengo algo que pensar y de momento tengo aseguradas unas horas de diversión introspectiva generadas gracias a Joaquín Lorente.



Los pensamientos nacen de cada uno pero se necesitan estímulos externos para darles forma, influyen las corrientes y tendencias leídas, incluso música escuchada e imágenes vistas y por supuesto experiencias vividas y compartidas sobre todo, este bagaje no tiene precio y es el valor de lo que somos, es lo que yo valgo y lo que tengo para ofrecer a otros. A veces estos pensamientos, estos valores propios (que no se compran ni se simulan), no son suficientes para conseguir lo que quieres o a quien quieres, sea persona, cosa o proyecto, bien porque no satisfacen a otros y son rechazados por no llegar a la altura o bien porque están por encima de los pensamientos de los demás y también son rechazados por resultar novedoso o descabellado. La conclusión es la misma, rechazo de tu idea, rechazo de parte o de la totalidad de tí.

Este es para mí el precio de pensar, ir un poco más allá, exponerte a la crítica de la linea de tu pensamiento y combatirla o cuestionarla si es necesario, arriesgarte a ser señalado con un apelativo que dañe tu ego. Me gusta incluso que ataquen mi idea y así yo poder defenderla y creer más en ella o por el contrario darme cuenta de que no lleva a puerto alguno, lo que no soporto que hagan otros y por tanto evito hacer es juzgar pensamientos y personas. Lo que si hago mucho es cuestionar todo, siendo ese a veces un problema porque me impide avanzar, es como una falta de confianza que poco a poco voy venciendo involucrándome más de lleno en lo que hago, convenciéndome a mí misma sin importarme si convenzo a otros que sólo me valorarán a mí y a mis ideas por los resultados en lugar de valorar cómo me siento haciendo lo creo y creyendo en lo que hago, aunque esté mal hecho a sus ojos, aunque sea descabellado.



8 comentarios:

  1. Yo creo que cuando se publicaron los primeros libros alguien también los criticaría por fríos e impersonales :-)
    Nada sustituye al contacto directo ni a una buena conversación pero la blogosfera está llena de cosas interesantes.
    Tú título me ha recordado a una de mis frases favoritas de séneca. Nunca hay viento favorable para el que no sabe a donde va.

    Buena navegación!

    ResponderEliminar
  2. Muy buena réplica, me encantan ese tipo de frases y en especial me cae bien Séneca. Pienso que si sólo nos dirigimos hacía donde sopla viento a favor terminamos siendo marionetas (no dueños de nuestro destino, que es nuestro).

    Hablando de libros impersonales, no has oido hablar de los libros electrónicos? parecen muy interesantes

    ResponderEliminar
  3. Bueno, siguiendo con el símil de los barcos, yo diría que tenemos un timón que nos da cierto margen de maniobra e incluso nos permite a ratos navegar contra el viento :-)
    Libros electrónicos? pues si , ya hace tiempo que se habla de ellos, la cuestión es que el dispositivo de lectura sea cómodo (que nunca he probado ninguno) porque a mi por lo menos leer textos largos en la pantalla de un pc me cansa muchísimo. Si lo consiguen es un mundo nuevo de posibilidades.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. única y especial (de eso no le quepa la menor duda Srta Bejarano)

    Un beso enorme desde casa.

    P.D: bonito color de fondo¡

    ResponderEliminar
  6. Qué paha!! Quintéfilo, en mi facebook hablé un día sobre tí! Decía que sólo hablabas cuando tenías algo que decir y que tus palabras eran escuchadas y esperadas (todos callamos cuando se empiezan a despegar tus labios).. shhh!! que Quintéfilo va a hablar!! tu sabes. Todo a cuenta de un proverbio árabe creo recordar: "si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir"

    Besos

    Magetasan parece que se ha rajado de publicar su apunte. Por qué??

    ResponderEliminar
  7. ...
    ...Silencio...
    ...
    "Sí, probando, probando, uno, dos..."
    Estoy aquí...sí, extraña sensación. Lo nunca pensado, ocurre al fin. Portátil regalado, pillo red ajena, y ..."voilà!": en la palestra virtual.

    ...Siento que no pertenezco a esto...

    La necesidad de vomitar, de parir el interior, también vivía en mí, pero siempre recogía mis pedazos rotos en envoltura de papel un aforo limitado: un tú y yo, un yo y el otro. Aquí, la intimidad se hace global, y acuso repentinamente la falta de costumbre.
    Ahora, sin embargo, estoy desierta. Ahogaron las palabras, y los pensamientos erran en busca de épocas pasadas, de mentiras anheladas, pero incapaces inexorablemente de reponerse.
    Tú sí refulges, y te derramas y repartes generosamente entre los demás, entregándote, como las aguas de un río llegan mansamente a la orilla.
    Eres grande; eres grande también en lo pequeño. Y estoy tan lejos de ese mundo tuyo de titanes, de gladiadores incansables, que no sé si podré seguir el ritmo de vuestras auroras. Espero que al menos tu luz sirva para iluminar mi rostro en momentos de eclipse personal.

    Gracias por estar ahí.
    Ladelay.

    ResponderEliminar
  8. Vaya "chocoplasta" que te he metido en un momento...
    ("chocoplasta" similar a 'rollo'; consúltese jerga de la pandilla).
    Ladelay.
    Un beso, mujer.

    ResponderEliminar