Os pongo en situación, estaba en Cairns (estado de Queensland en Australia) y esa mañana me sentía demasiado cansada para entrenar, además me apetecía deambular por el lugar. Decidí coger un autobús hacia las playas de Palm Cove, pasando por Trinity, Kewarra y Clifton Beach).
Cuando llegó la hora de regresar a la ciudad me cercioré de cuándo tenía que coger el autobús de vuelta y pregunté por la parada. Me quedé esperando largo rato, no llegaba.. no importaba estaba encantada escuchando viejas cancines en mi MP4 y tenía todo el tiempo del mundo, nadie me esperaba..
A lo lejos se acerca un autobús a una velocidad considerable, no tiene intenciones de parar. Le hago señales.. “Qué cab..” pensé, no para. Sé que el próximo bus llega en 1h como muy pronto. No lo dudo, ni apago el MP4, echo a correr detrás con la esperanza de que se apiade y frene... nada, pero no desisto. De improviso me pasa a toda prisa por el lado un viejo coche gris y frena casi cortándome el paso.
- bla bla bla bla… catch it??!! (según mis conocimientos intuitivos.. quieres coger ese bus??
-Yes, of course.
Dentro aparejos de pesca, sedales, cañas, pequeñas sillas, cebo, todo un poco desordenado sin casi poder ni sentarme. Al frente dos chicos muy majos;
-Disculpa el desorden. No paró el bus?
-Creo que me he colocado en la parada equivocada, de hecho no había parada, me dijeron que esperara allí. (eso es lo que yo quería decir, realmente no sé que saldría).
Una corta conversación, buena música de fondo y el paisaje inmejorable. Me sentía realmente cómoda, no me apetecía apearme cuando el coche paró detrás del bus en el momento que éste se detenía en la parada oficial.
Me hubiera apetecido quedarme un rato con ellos esa tarde pero las prisas y la vergüenza me lo impidieron, además ya estaba cayendo el sol y quería hacer unas series.. El conductor del autobus me miró sin ningún tipo de emoción en sus ojos cuando subí, en los mios, casi desprecio..
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Ayer, una chica aparcó su coche en la acera y llamaba a gritos a su amiga que la esperaba algo despistada en una esquina a unos 100 metros.
-Sofia!! Sofia!! Sofia!! Gritaba.
Nada. Yo continué mi camino, andando hacía Sofia, con la intención de decirle, una vez llegado a su altura:
-Sofia, tu amiga te está esperando más abajo con el coche aparcado en la acera.
Justo cuando me disponía a abrir la boca el bozarrón masculino de un trabajador de obra de los alrededores aparece en escena sin previa petición de la interesada:
-SOFIA!! S O F I A!! Es que seguía algo despistada la chica hasta que finalmente estableció contacto visual con su amiga encaminándose así hacia el punto de encuentro.
Me pareció gracioso y reconfortante la espontaneidad de las actuaciones. Parece que seguimos vivos y derrochamos humanidad a pesar de este mundo loco. ¿Sólo a mí me parece simpática la escena??
Foto: Palm Cove (Queensland, Australia)
