Sonia Bejarano

Sonia Bejarano
Sonia in King Canyons - Australia 09

viernes, 8 de enero de 2010

.. y aún no consigo decidirme…

Todo empieza cuando decidí ponerme una de esas estúpidas propuestas de año nuevo, no sé porqué decidí hacerlo después de haber sobrevivido sin ellas 28 años.. El caso es que mi propuesta durante este año (o al menos durante los días en que me acordara) era algo que a priori se antojaba tan sencillo como.. “DECIR LO QUE PIENSO”. Pues bien, tras varias meteduras de pata llegué a la conclusión en las primeras horas del día tercero que me había equivocado al elegir el propósito.. debí haber hilado más fino y haber escogido un.. “SABER DECIR LO QUE PIENSO”.

Heme ahí, a las 5 am del tercer día volviendo a casa sin más compañía que el resonar de los bajos tacones de mis botas contra las aceras mientras intentaba llegar a una conclusión. No sentía absolutamente nada salvo la tranquilidad de haber hecho (o dicho en este caso) lo que quería y la pesadumbre de saber que me había equivocado. Quiero decir, que el choque entre las fuerzas provenientes de la euforia de cuando haces las cosas que quieres y la aprensión o vergüenza de cuando te equivocas se anularon y quedó todo reducido a un equilibrio difícil de explicar.



Como decía, aún a día de hoy no consigo llegar a una conclusión básicamente porque la misma depende de mi estado de ánimo y de la interpretación que le quiera dar. Extrapolando la situación, reflexiono acerca de esto de la interpretación de los hechos; aquellos que me aprecian excusarán mis fallos mientras que mis detractores me lapidarán con ellos, mis amigas sacarán mis trapos sucios con risas de por medio si acaso eso consigue quitarle importancia al asunto. Siento vergüenza cuando no me río de mis pequeñas meteduras de pata (suelo llevar la risa como escudo) y siento vergüenza también cuando no admito mis errores pero ante todo no me arrepiento de los mismos si no hago daño a terceras personas por supuesto, no por orgullo sino porque quiero pensar que son experiencias personales que me enseñarán a actuar de mejor forma en ocasiones futuras siempre y cuando admita que realmente en esa ocasión me equivoqué o no lo hice todo lo bien que debí.

8 comentarios:

  1. Bueno si es en meteduras de patas dudo que me superes, si yo te contara... ¡fijo que no!
    Decir lo que se piensa es hasta peligroso, mejor pensar lo que se dice. Hay un cuento (chino creo) que puse un día en el FB y que desde que lo leí me lo aplico (el cuento):

    "El joven discípulo de un filósofo sabio lo visita y le dice:
    - Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia.
    - ¡Esperá! lo interrumpe el filósofo ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
    - ¿Las tres rejas?
    - Si. La primera es la VERDAD. ¿Estás seguro de que lo que querés decirme es absolutamente cierto?
    - No. Lo oí comentar a unos vecinos.
    - Al menos lo habrás hecho pasar por le segunda reja, que es la BONDAD. ¿Es bueno para alguien lo que me vas a decir?
    - No. en realidad no. Al contrario ...
    - La última reja es la NECESIDAD ¿Es necesario hacerme saber lo que tanto te inquieta?
    - A decir verdad, no.
    - Entonces, dijo el sabio sonriendo, si no es VERDADERO, ni BUENO, ni NECESARIO, sepultémoslo en el olvido."

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  2. Joder q chulo me lo apunto a cuenta de Furacan. Ya puestos, refrán portugués: el correr es la cosa mas importante de las cosas secundarias de la vida (translated).

    Saludos.

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  3. Buena reflexión, pero de estas cosas siempre se sacan reflexiones a largo plazo, así que... deja reposar.

    Un abrazo!
    Dani-el otro australiano

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  4. Furacán intentaré enviarte por mail un montón de esos cuentos parecidos al que has escrito. Hay gente que se mete con ellos pero a mí me gustan, son cortitos e ilustran bastante bien la situación. Me ha gustado mucho.

    Baroque, respecto a tu comentario, sí, correr quizás sea muy importante pero no como finalidad en sí misma, sino por lo que experimentas haciéndolo. Tú mismo te cansaste una vez y el violín fue tu bálsamo en esos momentos.

    Dani! Qué alegría. Me tienes que recordar tu blog así que esta noche me lo dices. Te llevo a un japonés para que practiques con los palillos!!
    Es cierto lo de la necesidad de reposar pero al final cada uno saca sus propias conclusiones que no son ni blancas ni negras sino todo lo contrario.

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  6. Es tuya la foto? Sólo por el hecho de poder vivir una imagen así debe valer la pena caminar un rato a solas, se ha dicho lo que se haya dicho. Y pustos a decir, diría más bien poco de ti si no hubieses dicho lo dicho. Pero me queda una duda, cómo sabes que te habías equivicado? el tiempo puede traer respuestas inersperadas.

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  7. Ayer intenté editar mi entrada con mala suerte y se me borró. Cosas de la informática. Voy a intentar recordar qué escribí:

    Me gusta la foto pues me recuerda sensaciones de esta mañana - por ayer -. Tenía clases de opos a eso de las 830 y me fui, ni corto ni muy perezoso, a rodar a las 615. Apenas 45 minutos bastante tranquilitos. Tengo la inmensa suerte de que a unos 500 metros de mi casita hay un camino de tierra que discurre por debajo de los puentes y que está en perfectisimo estado. El único inconveniente y por lo que me recuerda a la foto es porque era casi absolutamente de noche y salvo alguna pequeña farolilla y un cuarto de luna pues mucho no se veía. Pero bueno... al igual que Sonia también recorrí ese espacio con "botas de tacón bajo" y que aquello ocurrió a una hora similar (5 vs. 6). Mola la paz que se experimenta andando o corriendo por un lugar absolutamente solitario y en plena noche. No se si es una forma de meditar o no, pero si aprovechas bien ese ratito creo que es un buen método para recargar energías mentales.

    Meter la pata... la metemos todos y lo bueno es reconocerlo, darse cuenta y si tras meditar uno estima que debe corregir algo pues ya sabe, manos a la obra.

    Nunca me han gustado los caracteres absolutamente inflexibles. Esas personas que dicen: yo nunca cambiaré... creo que sólo lo flexible puede adaptarse y sobrevivir mejor: be water my friend.

    Respecto del cuento os recomiendo:

    CUENTOS JULIO CORTÁZAR

    Es en audio narrados por el mismo y especialmente recomiendo: preámbulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj.

    Flipante.

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  8. Meerisimo, sólo me equivoqué en las palabras elegidas, no en la acción en sí. Suelo ser muy clarita, no me gustan los malosentendidos.

    Baroque, espera a que salga el sol la próxima vez, será más bonito seguro.

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